Luis Daniel Álvarez, internacionalista, indicó que se requiere una política financiera clara para que el posible ingreso a los Brics signifique un reimpulso económico para Venezuela.
El Ejecutivo Nacional aseguró que si Venezuela pasa a formar parte de los Brics, una alianza económica, política y social integrada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ésta será una oportunidad de crecimiento económico y de fortalecimiento en política exterior.
De hecho, en septiembre de 2023, el presidente Nicolás Maduro anunció que solicitaría la incorporación de Venezuela al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los Brics, un grupo que se auto describe como asociación de mercados emergentes y países en desarrollo.
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, países fundadores de la alianza, concentran el 40% de la población mundial, el 20% del PIB y generan más de un tercio de la producción global de cereales, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Además, desde 2024 los once miembros que integran esta alianza representan el 39% de las exportaciones petroleras mundiales y el 47,6% de la producción mundial total de crudo.
En marzo de 2024, y a través de una entrevista telefónica en el medio Telesur, el mandatario nacional apuntó que mantenían “una gran esperanza” de que, durante la cumbre de esta alianza, prevista para este año en Moscú, el país sea incorporado como miembro pleno.
Al hablar del ingreso a los Brics, Maduro comentó en mayo pasado, durante la emisión número 46 del programa “Con Maduro +”, que luego de que Venezuela se incorpore a ese bloque, el próximo paso será que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) pase a ser una confederación con la que se instituya un bloque permanente con los Brics.
Pero, en términos de intercambio comercial y política exterior, hasta ahora el Ejecutivo Nacional no ha dado a conocer públicamente proyectos concretos con esta posible incorporación.
Un panorama económico difuso
Al hablar sobre los posibles aportes de Venezuela a esta alianza, el economista y profesor universitario, César Yegres Guarache, indicó que no hay un panorama claro, sobre todo en lo que se refiere al comercio exterior.
Advirtió que el país no presenta ninguna de las características o «condiciones» de los países de ese grupo, en cuanto a apertura a la inversión extranjera directa, intensa participación en el comercio exterior con productos diversos y con avances tecnológicos, una población densa y en plena edad productiva en lo laboral o una tendencia al crecimiento económico sostenido.
“Los Brics no se han declarado oficialmente como un bloque comercial, por ejemplo, que supondría beneficios arancelarios para intercambio entre sus miembros, como la Unión Europea, el NAFTA, el Mercosur, por ejemplo”, detalló.
“Lo que veo que pueden hacer desde los Brics es acordar políticas para objetivos comunes”, dijo, pero destacó que Venezuela no tiene, hasta ahora, una oferta exportable destacada que ya no se haya explorado a través de esta alianza de países.
“¿Qué podemos ofrecerle a mercados tan grandes como los de China, Rusia o Brasil, que no sea petróleo?”, cuestionó.
También acotó que los líderes políticos de estos países aliados “pueden tener un perfil político propio y buscan ser una alternativa a los grandes bloques geopolíticos”, pero que son muy pragmáticos en los ámbitos económico, financiero y comercial.
Para el internacionalista Luis Daniel Álvarez, el reimpulso económico que podría tener Venezuela si ingresa a los Brics, deberá estar directamente relacionado con una política financiera clara, algo que hasta ahora no se ha dado a conocer desde el Ejecutivo Nacional.
Los Brics: una clave para el apoyo político
Álvarez, quien también es profesor en la Universidad Central de Venezuela (UCV), con maestría en Ciencias Sociales, puntualizó que hasta ahora esta alianza no se consolida en su totalidad y que se mantiene como una estructura que “en algún momento pudo representar una visión emergente del tema político y económico concretamente, pero que ha quedado como un tema de reuniones, de cierto empuje”.
Asomó que una de las debilidades de este bloque, que inicialmente representó una “tercera vía” en materia financiera, es precisamente iniciar a un proceso de ampliación.
“Con la entrada de otros países pareciera que ha bajado un poco el estándar en la estructura organizativa. El que haya bajado el estándar lleva entonces a la posibilidad de que cualquier país entre, incluso Venezuela, que podría no tener los niveles económicos y de estabilidad financiera que tienen los que serían sus pares allí”, explicó.
También expresó que lo que podría obtener Venezuela con el ingreso a los Brics es algo que ya tiene. “Aquí ya hay algunas inversiones y presencia rusa. Hay algunos convenios con Brasil. Algo se ha trabajado con India y, por supuesto, con China. Pero, ¿puede Venezuela incrementar eso dado la situación en la que se mantiene? Yo no creo”, remarcó.
Para Álvarez, la entrada a los Brics representa el reforzamiento de alianzas estrictamente en el plano político, más allá de lo económico. “Esos países son pragmáticos y como tal dependen de sus intereses. A lo mejor China y Rusia buscarán tener en la región una presencia mucho más activa. Pero ya la tienen sin que Venezuela sea miembro de los Brics”, manifestó.
El internacionalista estimó que, debido a la poca claridad en los objetivos económicos, el ingreso a esta alianza podría quedar solo para términos de acuerdos políticos.
“No veo que haya allí posibilidades ciertas de un asidero conceptual o de algo que se traduzca en un beneficio, por la sencilla razón de que no hay una visión de política económica clara”, enfatizó.