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Estudian macroplásticos en aguas venezolanas

Con el satélite Sucre identifican partículas de plástico en zonas insulares como Isla de Aves

Científicos venezolanos participaron en una jornada de investigación en Isla de Aves, con la finalidad de crear un mecanismo que les permita identificar macroplásticos en zonas costeras del país.

El proyecto se basa en un enfoque multidisciplinario que combina la ingeniería, la teledetección, la inteligencia artificial y la validación institucional. Para ello, se construyó una plataforma con aproximadamente 500 botellas de plásticos, con las dimensiones necesarias para ser captada por satélites de alta resolución, específicamente por el satélite Vrss-2, llamado también satélite Sucre, y la aplicación de algoritmos de procesamiento digital para identificar aquellos valores espectrales asociados a acumulaciones de plástico y el empleo de redes neuronales para mejorar la precisión en la detección automática de macroplástico en zonas costeras insulares de Venezuela.

Jesús Camacho, ingeniero en geociencias e investigador de la unidad de mediciones científicas de la dirección de actividades espaciales de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (Abae), asegura que las investigaciones realizadas se complementan con muestreos en campo para calibrar y validar los modelos que se están construyendo para la delimitación de las concentraciones de macroplásticos.

Aseguró que el proceso para realizar la investigación tiene una metodología rigurosa. Primero, la construcción y evaluación estructural mediante cargas estáticas y dinámicas de los segmentos que conforman la plataforma.

También abarca la adquisición de datos en donde se genera la obtención de las imágenes satelitales multiespectrales.

Se efectúa el procesamiento espectral donde se aplican análisis múltiples correspondientes del plástico, el cual tiene un valor diferenciable al agua. Además, se realiza la aplicación de cuatro modelos de clasificación para distinguir plástico de otros materiales o elementos.
Asimismo, se incluye la validación en zonas críticas para confirmar las concentraciones delimitadas de macroplásticos.

«Seleccionamos Isla de Aves por su ubicación estratégica en el Caribe, donde convergen corrientes marinas que acumulan desechos plásticos, además por su condición de áreas protegidas se puede estudiar el impacto de la contaminación en ecosistemas sensibles, proporcionando datos interesantes para la política de conversación», aseguró el científico.

Foto: ABAE

Resultados

El especialista aseveró que tienen previsto obtener resultados críticos de acumulación de macroplásticos con alta precisión, identificar patrones estacionales en la distribución de plásticos vinculados a corrientes oceánicas y vientos.

También en desarrollar un índice de concentración de plásticos Copolímero de Impacto de Polipropileno (ICP) que ayudan a priorizar áreas para la limpieza y mitigación.

Aporte

Camacho explicó que este proyecto proporciona herramientas cualitativas para monitorear la contaminación por plástico en cortos periodos de tiempo, datos científicos que sustentan la creación de áreas protegidas de regulaciones más estrictas, y la creación de modelos estables para otros países en la región, lo que contribuye a metas globales como la número 14 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

“Este proyecto no solo avanza la ciencia, sino que también ofrece soluciones tangibles para uno de los mayores desafíos ambientales en la actualidad, la combinación e integración de las tecnologías satelital, la inteligencia artificial y la cooperación interinstitucional. Todo esto marca un hito en la conservación marina y obviamente desde Abae estamos entusiasmados por escalar este proyecto, esta iniciativa a otras regiones costeras insulares de Venezuela”, afirmó.

Cooperación

Este trabajo se desarrolla en conjunto con el Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (Inea) que lleva adelante un trabajo de investigación en los entornos marinos costeros en ciudades de Venezuela desde el año 2022.

Abae, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, ha participado en estas investigaciones desde 2023 realizando diversos estudios y aplicando diversos proyectos e investigaciones enfocados en aspectos biológicos costeros ambientales, geológicos y geofísicos de Venezuela.

Al detal

  • La contaminación marina está alcanzando niveles extremos. Más de 17 millones de toneladas métricas contaminaban el océano en 2021, cifra que se duplicará o triplicará para el año 2040, lo que resulta preocupante.
  • El plástico es el tipo de desecho marino más dañino. En la actualidad, el pH medio del océano es de 8,1, aproximadamente un 30 % más ácido que en la época preindustrial. La acidificación de los océanos amenaza la supervivencia de la vida marina, perturba la cadena alimentaria y socava tanto los servicios vitales que prestan los océanos como nuestra propia seguridad alimentaria.
  • Recomendaciones. La salud de los océanos está intrínsecamente ligada a la nuestra. La biodiversidad marina ofrece oportunidades muy importantes para la industria farmacéutica. Además, el sector de la pesca marítima da empleo a 57 millones de personas en todo el mundo y constituye la principal fuente de proteínas de más del 50 % de la población de países menos desarrollados, refiere la ODS.