Mathias Cormann, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), aseguró que las reformas fiscales han sido una de las herramientas clave que han utilizado los gobiernos para proteger a los hogares y las empresas de los niveles de inflación más altos de la última década y del impacto económico de la pandemia de COVID-19.
En ese sentido, afirmó que actualmente ven un cambio en el enfoque de las políticas, que a su juicio debería seguir, hacia la creación del espacio fiscal necesario a fin de responder a futuros shocks y apoyar las transformaciones estructurales a largo plazo que enfrentan las economías y sociedades, incluidas la digitalización y la inteligencia artificial, la evolución de los patrones de comercio, el cambio climático y el envejecimiento de la población.
También puede leer: OCDE: la economía mundial está dando un giro a medida que la inflación disminuye y el crecimiento del comercio se fortalece
El informe de la OCDE denominado «Reformas de la política fiscal 2024» destaca datos que sugieren que la tendencia de disminución de las tasas del impuesto sobre la renta corporativa (CIT) observada desde la crisis financiera mundial se está revirtiendo, ya que en 2023 hubo más jurisdicciones que implementaron aumentos de las tasas del CIT que reducciones.
«Con las tasas del CIT en mínimos históricos, los países y jurisdicciones que buscan un tratamiento favorable para el CIT optaron por medidas de estrechamiento de la base en lugar de reducciones de las tasas», se lee en una nota publicada en el portal web de la OCDE.
Además, se han logrado avances significativos en la implementación del Impuesto Mínimo Global (GMT), que establece un piso mundial del 15% para las tasas impositivas efectivas de las grandes empresas multinacionales.
En abril de 2024, 60 jurisdicciones habían anunciado que estaban considerando o tomando medidas para implementar el GMT, y 36 jurisdicciones estaban tomando medidas para aplicar el GMT a partir de 2024, y algunas esperaban implementar una legislación que entraría en vigor a partir de 2025.
Si bien los recortes del impuesto sobre la renta de las personas físicas siguieron apoyando la recuperación económica y los ingresos de los hogares, está surgiendo una tendencia hacia el aumento de las contribuciones a la seguridad social para abordar los cambios demográficos, el aumento de los costos de la atención médica y las necesidades de protección social.
Lea la nota completa aquí.