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OPEP: la era del petróleo no ha terminado y el mundo demandará más crudo hasta 2050

El crecimiento del consumo petrolero en los próximos 25 años será de casi 20% y estará motorizado por los países en desarrollo.

En un contexto mundial marcado por las tensiones geopolíticas, la narrativa sobre el cambio climático y las energías renovables, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha presentado su esperado informe 2025 World Oil Outlook 2050 (WOO 2025), que reafirma la postura que han sostenido en los últimos años: el petróleo no solo mantendrá su relevancia en las próximas décadas, sino que su demanda continuará creciendo sostenidamente hasta alcanzar niveles récord hacia mediados de siglo.

El documento, de más de 350 páginas, ofrece una visión detallada sobre el futuro del mercado petrolero y el rol de los hidrocarburos en la matriz energética global. Según las proyecciones de la OPEP, la demanda mundial de petróleo pasará de los actuales 103,7 millones de barriles diarios (mbd) en 2024 a 123 mbd en 2050, lo que representa un incremento de casi 20 millones de barriles diarios en poco más de dos décadas. Para 2030, la organización estima que el consumo ya superará los 113 mbd, reforzando su mensaje de que el mundo está lejos de alcanzar un “pico de demanda”, como han sostenido otras agencias y petroleras internacionales.

Contraste con Occidente

Estas cifras contrastan notablemente con las estimaciones de entidades como la Agencia Internacional de Energía (AIE) o la petrolera BP, que pronostican un techo en la demanda mundial de crudo hacia finales de esta década, impulsado por la transición energética, la electrificación del transporte y el endurecimiento de las políticas climáticas. Sin embargo, para la OPEP, esos pronósticos pecan de optimistas respecto a la velocidad de cambio en las economías emergentes, las cuales serán, según el informe, el verdadero motor del consumo petrolero futuro.

El crecimiento de la demanda estará concentrado principalmente en Asia, Oriente Medio y África, regiones que verán incrementos sostenidos debido a su expansión económica, demográfica y a la urbanización acelerada. India, en particular, sobresale como protagonista, con una contribución estimada de +8 mbd adicionales al consumo global hacia 2050. Mientras tanto, la demanda en países desarrollados (países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE) tenderá a estabilizarse o incluso decrecer, como resultado de políticas de descarbonización más agresivas.

El peso del petróleo

Pese a los avances en energías renovables y las promesas de neutralidad de carbono, la OPEP sostiene que los combustibles fósiles seguirán dominando la oferta energética mundial en las próximas décadas. El informe detalla que, actualmente, el 80% del mix energético global está compuesto por carbón, petróleo y gas. Aunque se espera una disminución ligera, para 2050 los hidrocarburos seguirán representando más del 50% de la matriz energética global, con el petróleo sosteniendo una participación de aproximadamente 30%.

Este escenario refuerza la afirmación de la organización de que la transición energética será gradual, acumulativa y no de sustitución total. Es decir, las nuevas fuentes de energía crecerán, pero no necesariamente desplazarán de forma drástica a las tradicionales en las próximas décadas.

Se requiere inversión

Para alcanzar las metas de producción y satisfacer la creciente demanda, la OPEP advierte que la industria petrolera global necesitará inversiones de aproximadamente 18,2 billones de dólares hasta 2050, concentradas principalmente en proyectos upstream (exploración y producción). Este volumen de inversión no solo permitirá sostener la producción actual, sino compensar el natural declive de los yacimientos maduros y atender la expansión del consumo en los mercados emergentes.

El informe también proyecta que la producción de los países OPEP+ (OPEP más aliados, incluyendo a Rusia) crecerá en 15 millones de barriles diarios hacia 2050, para alcanzar una oferta conjunta de 64,1 mbd, consolidando su participación en el mercado global en torno al 52%, frente al 48% actual. Esta creciente cuota refuerza el rol central de la OPEP en la oferta mundial y anticipa un mercado cada vez más dependiente de sus decisiones estratégicas.

La OPEP enfatiza que la seguridad energética mundial no puede depender exclusivamente de energías renovables intermitentes y que el petróleo sigue siendo esencial para sectores como el transporte marítimo, aéreo, petroquímica y la industria pesada.

Una visión pragmática

Más allá de las cifras, el WOO 2025 refleja una cosmovisión pragmática del futuro energético. Para la OPEP, las políticas de transición no están eliminando el consumo de petróleo, sino que simplemente están redistribuyendo los patrones de demanda hacia otros mercados. A medida que las poblaciones crecen, las ciudades se expanden y las industrias requieren energía, la agregación de nuevas fuentes no implica necesariamente el desuso de las anteriores.

El mensaje central del informe es claro: el mundo seguirá necesitando petróleo durante las próximas décadas, y en volúmenes incluso mayores a los actuales. Para la OPEP, la era del petróleo no ha terminado ni está por terminar.