Cuatro hectáreas darán vida en Portuguesa a la ruta Girasoles Coromotanos
En la vía a la Basílica Menor Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto se sembrarán girasoles como parte de un proyecto productivo y turístico que impulsa la Gobernación de Portuguesa bajo el nombre “Girasoles Coromotanos”.
El cultivo se establecerá sobre cuatro hectáreas y para ello ya se dio inicio a la preparación de la tierra en el sector Barrancones, parroquia Quebrada de la Virgen.
El objetivo, según informó el Puesto de Comando Estratégico Operacional del Ejecutivo regional en la red social Instagram, es impulsar el desarrollo turístico del estado mediante la consolidación de una ruta agroturística con la cual se honrará a la Patrona de Venezuela.
La siembra de girasol se acometerá dentro del Corredor Coromotano, un eje territorial que abarca más de 12 kilómetros desde el Distribuidor Quebrada de la Virgen hasta el Santuario Nacional y en el cual confluyen espacios de la iglesia, lugares turísticos y 18 comunidades.
De acuerdo con la Corporación Portugueseña de Turismo (Corpotur), esa siembra formará parte de “la magia de los girasoles en Portuguesa” y embellecerá los alrededores del templo, ofreciendo a visitantes y turistas un escenario natural amarillo que sin dudas será un “mágico y hermoso atractivo”.
Más girasoles en Portuguesa
Los “girasoles coromotanos” se sumarán a las 15.000 hectáreas de la oleaginosa que están previstas consolidar en la zona norte de Portuguesa, específicamente en los municipios Turén y Santa Rosalía, durante el ciclo norte-verano 2024-2025.
Es el tercer año consecutivo que se siembra girasol en Portuguesa y con ello sigue avanzando la recuperación de un rubro cuya producción es vital para la elaboración de aceites y grasas comestibles. Aunque la fecha tope de siembra es el 15 de noviembre, algunos productores ya tienen lotes del cultivo en floración, específicamente en El Playón, Santa Rosalía.
El girasol vuelve este año a Portuguesa mediante la “agricultura de contrato”, un mecanismo mediante el cual la empresa privada garantiza al productor la compra de la cosecha, quedando claras con antelación las condiciones de pago, el monto y el tiempo de espera.