A finales de 2023, la morosidad en los condominios venezolanos experimentó un repunte alarmante, pasando de niveles “esperables” entre 5% y 7% a más del 40%, según datos levantados por la plataforma MiCondominio.com. Esta cifra encendió las alertas en el sector inmobiliario y vecinal, donde tradicionalmente el cumplimiento de pagos había sido un indicador de cohesión comunitaria.
Ante esta crisis silenciosa, el promotor comunitario Elías Santana —fundador de MiCondominio.com— junto al economista Asdrúbal Oliveros, socio-director de Ecoanalítica, impulsaron un encuentro nacional con vocación de diagnóstico y propuesta. Su objetivo: entender las causas profundas del impago y buscar salidas sostenibles para los propietarios, especialmente los mayores de 60 años.
Factores detrás del impago
Entre los principales elementos que explican el incremento de la morosidad destacan:
- La migración familiar, que ha dejado a muchos adultos mayores sin respaldo económico directo.
- El bajo valor de las pensiones, insuficientes para cubrir servicios básicos.
- La pérdida de poder adquisitivo de las remesas, afectadas por la inflación y el tipo de cambio.
Estas condiciones han generado un perfil de morosidad involuntaria, donde el impago no está motivado por negligencia sino por precariedad estructural.
La Guía 5R: respuesta con enfoque humano
Como resultado del encuentro, nació la Guía 5R, una propuesta orientada a brindar soluciones integrales para adultos mayores con dificultades para pagar el condominio. Las cinco líneas de acción incluyen:
- Reinserción laboral: promover actividades productivas adaptadas.
- Reactivación económica: apoyar oficios o emprendimientos personales.
- Reinvención personal: fomentar la autonomía económica con creatividad.
- Relaciones solidarias: canalizar apoyos familiares o comunitarios.
- Responsabilidad comunitaria: incentivar la participación en tareas dentro del condominio.
La Guía apunta a transformar el problema en una oportunidad de cohesión vecinal, donde la solidaridad, el trabajo y la organización sustituyan el estigma de la morosidad.
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Soluciones vecinales
Este año nuevos datos han intensificado las señales de alerta en el ecosistema vecinal. El 7% de los condominios consultados reportó estar en riesgo de colapso, una situación que amenaza con paralizar funciones esenciales dentro de los edificios.
“Eso significa que no vamos a poder pagarle al portero ni a la trabajadora residencial. Si se daña el portón o necesitamos impermeabilizar, no hay recursos. Es como si quebrara una empresa, es un default”, advirtió Elías Santana en entrevista con Unión Radio.
Adicionalmente, un 43% de los condominios se declaró en «alerta amarilla», con señales de deterioro financiero que podrían agravarse en los próximos meses. El 50% restante manifestó estar cómodo con su nivel de morosidad o completamente solvente, según el estudio.
Ante este panorama, Santana acudió al Tribunal Supremo de Justicia y propuso la creación de tribunales especiales que agilicen los juicios por morosidad en un plazo máximo de cuatro meses. “Morosos, temblad; esa sería la consigna”, expresó con humor.
Al mismo tiempo, señaló que se están impulsando iniciativas preventivas, muchas de las cuales han demostrado efectividad: “Ya hay condominios que han logrado erradicar la morosidad. O sea, sí es posible».
Según el promotor comunitario, la clase media ha empezado a encontrar respuestas en su entorno inmediato. Muchos condominios han comenzado a organizar espacios de intercambio de talento local, donde vecinos ofrecen sus habilidades como plomería, cerrajería o reparación de equipos a cambio de abonos parciales o colaboración comunitaria.
“Si eres técnico en computación y estás rebotado del sistema laboral, registra una pyme, es muy económico. Buscamos clientes en tu zona. Si vendes seguros, organizamos una reunión. ¿Tienes objetos que ya no usas? Pues haz una venta de garaje. Lo que no vemos es gente orgullosa de ser morosa”, explicó.
Santana advierte que hay casos de desentendimiento total, pero en general, cuando la junta de condominio cambia su actitud, hay una reacción positiva por parte de los vecinos. La clave está en ofrecer alternativas viables antes de llegar al punto de litigio.