Fuentes ligadas a industriales del sector alimenticio manifestaron su preocupación ante lo que consideran irregularidades en el mercado de la harina precocida. Temen que el gobierno de Nicolás Maduro, tras reuniones con los productores agrícolas y algunas empresas del sector, determine un precio mínimo de venta del maíz, pues aseguran que esta medida impactaría casi de inmediato en el precio de venta de la harina precocida.
El 18 de septiembre, el ministro de Agricultura Productiva y Tierras, Menry Fernández, instaló una mesa de trabajo con el sector agroindustrial del maíz con el objetivo de consensuar el precio de este rubro. Sin embargo, a estas reuniones no asiste el 70 % de los productores de harina de maíz precocida, aseguró uno de los entrevistados.
Las personas cercanas a los industriales de este sector consideran que un incremento en el precio del maíz representa una amenaza para las empresas con tradición en la producción de este rubro.
Expertos en el área, quienes declararon bajo condición de anonimato a El Pitazo, explicaron que este mercado se diversificó en los últimos años y la cobertura de marcas tradicionales como PAN de Polar se redujo a 30 %, del 65 % que tenía 15 años atrás; mientras que marcas nuevas como Kaly y Mimasa, de accionistas chinos, registran un crecimiento importante y juntas ya controlan cerca del 30 % del mercado (20 % y 10%, respectivamente). Actualmente, hay alrededor de 100 marcas.
“No hay igualdad de condiciones”
No obstante, señalan que estas dos marcas de reciente incursión en el mercado no compran el maíz nacional cuando hay disponibilidad y se les permite importar pese a que, como medida de protección al productor agrícola nacional, las industrias deben adquirir la materia prima venezolana, en este caso maíz blanco, y solo cuando se acabe la cosecha nacional deberían recurrir a la importación, generalmente entre mayo y julio.
Uno de los señalamientos que realizaron los expertos tiene que ver con la falta de igualdad de condiciones para los productores de harina de maíz precocida.
Indican que las productoras de harinas Kaly y Mimasa importan materia prima en cuantía y en medio de la cosecha, en detrimento del productor nacional. Según denunciaron, es el caso de una de estas empresas, que en agosto importó maíz blanco pese a que la cosecha venezolana estaba a dos semanas de iniciar.
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elsiglo con información de 800Noticias
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