De acuerdo con el economista José Gregorio Santeliz, dependerá del sector petrolero, así como de las políticas que implemente el Ejecutivo
Economía. – El 2023 se caracterizó por ser un año donde semanalmente del Banco Central de Venezuela (BCV), inyectaba remesas de dividas a la banca comercial con el propósito de estabilizar el mercado del país y mantener la brecha del dólar oficial y el paralelo lo más cercana posible.
Para el economista José Gregorio Santeliz, las políticas implementadas estuvieron acompañadas con un elevado encaje legal para la restricción del crédito bancario, mientras contenía la inflación y evitaba saltos bruscos en la depreciación del tipo cambiario.
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De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), el índice inflacionario de diciembre (3,9%) y de noviembre (1.9%) suponen los más bajos que registra la economía venezolana en muchos meses, cerrando el año con un 193% del índice de precios al consumidor en el país, siendo un poco más bajo de lo proyectado por diversos especialistas y firmas.
Pese a la alta cifra que encabeza la lista global, este parece ser un momento alentador para la economía venezolana debido a que, de acuerdo con los expertos, se aproximan cuotas más moderadas, acompañadas de cierta expansión económica.
Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela tendrá un crecimiento de 4,5% en 2024. El más alto de la región según la entidad.
Estas observaciones, sumada a la forma de gestionar las políticas en materia económica durante el año pasado, supone un respiro para Venezuela, pese a que Santeliz indica que “la economía venezolana no tiene capacidad de reacción interna, como consecuencia de la frágil demanda agregada producto del anclaje de salarios y jubilaciones en Bs. 130,00 aunado a la falta de financiamiento por los altos encajes bancarios, por lo cual el comportamiento de la economía el próximo año dependerá en una alta proporción de lo que suceda en el sector petrolero”.
Durante su mensaje navideño el presidente Nicolás Maduro indicó que, dentro de los logros del 2023, se encontraba el “crecimiento económico de un nuevo modelo diversificado”, que entre otras cosas, buscaba alejarse de la renta petrolera y se enfocaba en la industria, el campo y el trabajo en pequeños sectores.
La diversificación del modelo económico venezolano responde también a los intereses del gobierno en formar parte de los BRICS, y al cual ya le dijeron que no puede entrar hasta que logre el objetivo.
El presidente del Colegio de Economistas del eje costero del estado Carabobo, José Gregorio Santeliz, precisa que “lo que queda en evidencia es que la política de contención del tipo de cambio, acompañado de una alta inflación, genera rezagos en la tasa de canje y expectativas de incrementos de precios que se acumulan y pueden determinar una aceleración de la inflación en el corto plazo”.
En este sentido, el también profesor universitario recuerda que no se cumplió la promesa de alcanzar los dos millones de barriles de petróleo diario para finales del 2023 y la capacidad de producción actual, según información aportada por la OPEP, en el mejor de los casos se ubica en 800 mil barriles diarios.
Sin embargo, a pesar de que la producción petrolera se incrementó en 25% en el periodo 2022 – 2023, ello no tuvo mayor impacto en la actividad económica venezolana, ya que, según el economista la crisis en los servicios públicos, la restricción del crédito bancario y el bajo consumo determinado por el congelamiento de sueldos y salarios impidió una valoración positiva de este aumento en la renta nacional producto del petróleo.
Las estimaciones para el 2024, según señala el experto, se mantendrán las mismas políticas económicas del 2023, debido a que se trata de un año electoral, y a su juicio, el Ejecutivo no realizará cambios en las medidas del sector debido a las implicaciones que tendrían ante la posición del elector.