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Producción estable de gasolina, petróleo promedia 66,70 dólares

Aun cuando el propósito inmediato continúa siendo empujar la producción de gasolina hacia un caudal más holgado de 120.000 – 150.000 barriles diarios, el volumen actual del orden de 90.000 – 100.000 barriles diarios, sin mayores cambios, ha logrado aliviar las colas en las estaciones de servicios.

El caudal alcanzado no deja de ser significativo, sobre todo cuando se compara con el cero barril adonde llegó, puntualmente, en enero de 2020, por causa de la pandemia y de las medidas coercitivas ilegales impuestas por EEUU, las mismas que fueron enarboladas sin rubor alguno por Donald Trump con la frase: “Cuando me fui, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos hubiéramos apoderado de ella, nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo”.

En la actualidad las tres refinerías están, con altibajos, en funcionamiento. La producción nacional de gasolinas durante 2022 alcanzó 84.000 barriles diarios, MBD, el cual representó un ligero incremento respecto a 2020 y 2021, cuando se produjo 58 MBD y 67 MBD, respectivamente.

El leve pero sostenido incremento sigue la línea trazada durante 2021 y 2022. Los trabajadores de PDVSA realizan esfuerzos en la consecución de insumos para las mezclas en el circuito nacional producidos en los mejoradores de crudos, así como en el mantenimiento de las infraestructuras productivas del Sistema de Refinación Nacional, SRN, el cual tiene 963.000 barriles diarios de capacidad máxima de destilación.

El SRN adolece de problemas puntuales e históricos contra los cuales lían de manera cotidiana los trabajadores, uno de los cuales son las limitaciones en la disponibilidad de crudo, paradas no programadas en unidades de procesos, equipos rotativos y servicios industriales por limitaciones operacionales y baja confiabilidad operacional.

Las sanciones también limitan la adquisición de componentes para la formulación de gasolina, diésel, catalizadores, y realización de los mantenimientos y recuperación de la capacidad y confiabilidad operacional de las unidades de procesos del SRN.

El SRN también se ha visto afectado por la falta de mano de obra especializada, debido a la rotación del personal en áreas estratégicas, así como por el alto egreso de personal calificado. Los problemas son una cadena de eslabones. Las limitaciones financieras generan dificultades en la adquisición de repuestos y químicos necesarios para un óptimo procesamiento, unido al desfase en el suministro de servicios auxiliares, vapor, agua, catalizadores y electricidad.

El sistema sufre de horas inactivas de las unidades originadas por las paradas no programadas causadas, a su vez, principalmente, por fallas en los equipos y bajo inventario de crudos.

Las fallas en el Sistema Eléctrico Nacional y las carencias de generación propia causan procesos fuera de servicio, y de forma recurrente incide en la Refinería El Palito.

Otro factor es la baja disponibilidad de materiales y contratos, motivado al déficit en el flujo de caja de divisas, para ejecutar los planes de mantenimiento y proyectos.

Tras liar con todos estos problemas en las refinerías, los trabajadores de la industria están en la tarea de sustituir, reparar y darle mantenimiento a los cientos de kilómetros de poliductos por donde transitan petróleo, diluentes, gas y sobre todo gasolina, fuertemente afectados por la corrosión y el vandalismo de las perforaciones hechas por parte de los ladrones de combustible.

Y al deterioro de los poliductos usados para el traslado de gasolina se suma que, por causa de las sanciones, sólo funcionan 4 de los 18 “llenaderos” que hay en el país, los cuales son centros receptores de la gasolina que llega desde las refinerías, y que tienen la tarea de llenar de combustible los camiones cisternas que la llevan la gasolina a las Estaciones de Servicios.

Tal escenario explica, en parte, porque habiéndose alcanzado una producción de entre 90.000 y 100.200 barriles diarios de gasolina, muy por encima de los 84.000 promedio de 2022, todavía existen colas para comprar el combustible.

Es decir, se produce más gasolina, pero persisten problemas para el traslado y distribución del combustible desde las refinerías hasta las Estaciones de Servicios.

Nota aparte

El boletín semanal de la Opep informa que el precio de la cesta venezolana de crudos cerró la semana pasada en 69,70 dólares, empujando ligeramente el promedio del 2024 a 66,70 dólares, desde los 62,75 marcado al cierre de 2023. En 2022 el crudo nacional promedió 77,30.