Carmen Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), precisó que la calidad de la educación depende de que haya «maestros bien pagados», así como «escuelas en condiciones».
Cientos de maestros en Venezuela volvieron a las calles este lunes, cuando se conmemora su día en el país, con el objetivo de exigir al Gobierno de Nicolás Maduro la reanudación de las negociaciones para una nueva convención colectiva.
La presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Carmen Márquez, aseguró que, tras «dos años» de discusión del convenio laboral, durante los que se establecieron 17 cláusulas, el Gobierno «paralizó», de manera «unilateral», la negociación.
«Le exigimos al Gobierno nacional el reinicio de la discusión de la contratación colectiva, ese es el punto de honor de las organizaciones sindicales (…) No puede seguir el maestro ganando una miseria de sueldo», expresó, durante una protesta en Caracas, en la segunda jornada de manifestaciones de trabajadores de este año, que comenzaron el pasado 9 de enero.
«Por un salario digno y una contratación colectiva justa» era uno de los mensajes más comunes escritos en pancartas que sostenían trabajadores en esta actividad -respaldada por trabajadores de otros sectores-, durante la que también corearon consignas relacionadas con sus reclamos.
Márquez manifestó la disposición del gremio a dialogar con las autoridades educativas para «seguir discutiendo la convención colectiva», y exigió al Gobierno garantizar una «educación de calidad» y un «salario digno a los maestros para que puedan tener una vida digna».
En este sentido, aseguró que la calidad de la educación depende de que haya «maestros bien pagados», así como «escuelas en condiciones».
Denunció que el 60% de las escuelas «están en malas condiciones», y exigió que se garanticen los servicios básicos y la alimentación escolar.
Según la FVM, algunos educadores del sector público ganan el salario mínimo fijado por el Ejecutivo en 130 bolívares -equivalentes hoy a unos 3,61 dólares mensuales- y los de más alto nivel devengan unos 22 dólares mensuales, mientras que la canasta básica de alimentos, para una familia de cinco personas, tiene un costo de 522 dólares, según estimaciones gremiales.
La Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv) instó este lunes a defender, de manera «unitaria y multitudinaria», los derechos laborales ante la «arremetida gubernamental contra la educación».