El incremento de precios de venta al consumidor causó una disminución de consumo, que a su vez propició una disminución en la rentabilidad de los empresarios. Conindustria ve con buenos ojos el incremento de la producción en el último trimestre de 2023
Datos de industrias venezolanas indican que la producción industrial cayó 4,3% durante 2023, a pesar de que el último trimestre del año experimentó un repunte de 9%, según los resultados de la Encuesta de Coyuntura Industrial presentada por la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) este jueves 15 de febrero.
De esta manera, se confirma la expectativa pesimista que predominó todo el año. Ni siquiera un positivo último trimestre pudo compensar las contracciones de 4,7%, 12,3% y 2,1% registradas en el primer, segundo y tercer trimestre, respectivamente.
Durante el transcurso de 2023, los empresarios industriales advirtieron que el leve crecimiento productivo experimentado entre 2021 y 2022 sufría un revés, impulsado en gran medida por una disminución importante del consumo por el diminuto poder adquisitivo del venezolano.
Muchas empresas no pudieron incrementar su producción incluso teniendo la capacidad para hacerlo, ya que ese excedente de bienes producidos no sería correspondido con un mayor consumo por parte de la población. Esta situación motivó más bien una caída de la producción.
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A este factor se sumó una mayor presión fiscal a raíz de la implementación de múltiples tributos que hicieron a las industrias, según los empresarios privados, menos competitivas al incrementar sus estructuras de costos.
De igual manera, destaca la ausencia de financiamiento, una denuncia reiterativa del sector empresarial que se ve atado de manos a la hora de hacer inversiones que permitan mejorar sus procesos productivos ya que el crédito bancario es incipiente.
De hecho, los agremiados de Conindustria postularon estos tres elementos como las principales barreras que impactaron en la producción nacional durante el último trimestre de 2023 y de cara a lo que resta de 2024.
Este cóctel de elementos causó, en síntesis, que los precios de venta al público incrementaran, mientras que el margen de ganancias para el empresario disminuía.
Los datos de la encuesta de Conindustria respaldan esta tendencia, pues indican que producir le costó al empresario 243% más en el último trimestre de 2023 que en el mismo período de 2022, mientras que los precios de venta al consumidor variaron 214% en este mismo período.
El incremento de costos de producción y la reducción de la rentabilidad para el empresario se traduce en una menor competitividad, que hace inviable la exportación de bienes producidos por la industria nacional, además de perder terreno contra productos importados en el propio mercado venezolano, según explica el presidente de Conindustria, Luigi Pisella.
Destacados de la encuesta de Conindustria
Los resultados de la encuesta fueron recopilados en 52 diapositivas que fueron presentadas y explicadas por la directiva de Conindustria. A continuación, se presentan los datos más destacados:
Sube la recaudación fiscal no petrolera
De la mano con la queja de los industriales sobre la presión fiscal, se evidencia un incremento en la recaudación tributaria por parte del Estado.
En 2020 apenas se registró una recaudación equivalente a $1.458 millones, mientras que 2023 cerró con una cifra de $5.756 millones, lo que representa un incremento de 295% en la tajada que el Estado recoge en materia de impuestos y tributos.
Según Conindustria, la presión fiscal para las empresas privadas supera ampliamente el promedio mundial, pero aún así representa un porcentaje considerablemente bajo del Producto Interno Bruto del país (5,9%) en comparación con lo usual en otros países.
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Para Pisella, esto se debe a una recaudación ineficiente que se enfoca únicamente en la empresa privada, mientras que ignora a ciudadanos y a la economía informal, por lo que propone —al igual que otros gremios empresariales— ampliar la base tributaria para que más contribuyentes compartan una carga más ligera, en lugar de que solo un puñado de contribuyentes aporten al fisco cantidades más grandes.
«Desde Conindustria hemos expresado que en Venezuela debe haber una mejor cultura tributaria que se de por una mayor actividad económica, por la expansión de la base de contribuyentes y atrayendo a la informalidad, lo que se logra reduciendo las tasas. De esa manera se garantizará una mayor tributación», recalcó.
Las remuneraciones se mantienen
El sector privado ha ofrecido mejor remuneración para los trabajadores desde hace años. El crecimiento desde 2020 ha sido constante, pero en los últimos tres trimestres parece haberse estancado.
La Encuesta de Coyuntura Industrial de Conindustria arrojó que la remuneración promedio de un obrero en el sector industrial es de $196, apenas $5 más de los $191 registrados tanto en el segundo como en el tercer trimestre de 2023.
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Claro está, estos pagos dependen del tamaño de la empresa y también del cargo del trabajador. Las cifras detalladas de la encuesta muestran que los obreros y operadores cobran entre $177 y $249, los profesionales y técnicos entre $347 y $473, y los gerentes entre $711 y $1.013. Claro está, todos estos montos son promedios nacionales.
Uso de capacidad instalada estancada
Uno de los datos más destacados de esta encuesta es el uso de la capacidad instalada, es decir, lo que realmente se produce frente a la capacidad total que tiene la industria para producir si operase a toda máquina. Este promedio se ubica en 37,5%.
La cifra para el cierre de 2023 muestra un avance importante con el punto más bajo de la industria nacional, cuando tocó fondo con 18% de uso de capacidad instalada en el último trimestre de 2018. Desde ese momento hasta el primer trimestre de 2021, este indicador no superó la cifra de 22,2%.
Sin embargo, durante el resto de 2021 y especialmente en 2022 presentó un crecimiento constante hasta alcanzar 39,9% en el tercer trimestre de 2022, pero cayó nuevamente. Parece ser que la industria venezolana afronta problemas para superar el promedio de 40% de uso de capacidad instalada.
Los industriales optan por ver el «vaso medio lleno» y destacar que hay una «capacidad ociosa» de 60% que podría aprovecharse para incrementar la producción, pero lo cierto es que la última vez que Venezuela estuvo por encima de este techo fue en el tercer trimestre de 2015, cuando alcanzó 43,9% de uso.
Crédito mejora, pero no suficiente
Finalmente, en la rueda de prensa Pisella hizo mucho énfasis en el crédito, una necesidad que los empresarios han resaltado durante años.
A pesar del evidente crecimiento de la cartera de crédito en los últimos dos años, los $1.409 millones que totaliza actualmente apenas representan 1,4% del Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela. Para Conindustria, esta proporción tendría que ubicarse aproximadamente en 15% para que el crédito se encuentre en un estado sano.
Para mejorar la situación, Pisella propone permitir el incremento del porcentaje que pueden prestar los bancos del total de captaciones en divisas, que actualmente se ubica en $1.241 millones, pues actualmente solo se permite el uso de 30% de estos fondos. De igual forma, insiste en que estos créditos no deben ser indexados, sino entregados directamente en dólares.
«Al ser indexado, tiene un riesgo que a la banca le cuesta cubrir. Lo ideal sería que se permita al sistema bancario que los créditos sean en dólares para disminuir el costo del financiamiento», razona.