El rubro del pescado se ha mantenido un poco bajo en estos primeros meses del año, debido a que esta proteína tiene una temporada fuerte de ventas.
Los comerciantes esperan que los ingresos aumenten y se estabilicen en la primera quincena de marzo, sobre todo llegando a Semana Santa, que representa una venta muy fuerte del alimento, para las tradiciones religiosas.
“Por los momentos la venta se mantiene baja, el pescado que se está vendiendo ahorita son los más económicos, ahí entran las sardinas, el bonito, roncador y cataquito”, expresó Dulmar Petricio, dueño de una pescadería en el Mercado Libre.
En este sentido, destacaron que en carnavales las ventas también se mantuvieron bajas, debido a que la mayoría de la población decide irse a las playas, y si van a comer pescado, lo hacen directamente allá. Sin embargo, aseguraron que esto es un comportamiento completamente normal.
“A partir de la primera quincena de marzo espero que se estabilice y aumenten las ventas, porque viene Semana Santa y 15 o 20 días antes aumentan las ventas del pescado y cuando llega el momento de la Semana Santa mucho más”, agregó.
Una de las más fuertes tradiciones venezolanas en la Semana Mayor, es el consumo de pescado, por lo que es mucho más movido en esas fechas para los proveedores y vendedores minoristas. A su vez, también subrayaron que se están vendiendo los mariscos igualmente de bajo costo, como la pepitona.
Los precios de los pescados más baratos varían de 38 bolívares el kilo de sardina, hasta 100 bolívares el kilo de cataquito, convirtiéndose en una alternativa de alimento mucho más accesible, incluso más que la carne, brindándoles a las personas la facilidad de seguir consumiendo esta proteína y variedad de comidas.
A pesar de que las ventas constantes son los pescados de bajo costo, con menor frecuencia se siguen vendiendo los pescados en ruedas como el jurel y aguja..
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“En Semana Santa se vende de todo un poquito, además de buscar la economía, pero la mayoría se llevan la sardina y los parguitos por ración”, informó Luis Benítez, vendedor de pescado.
De esta forma, a pesar de que las ventas en los dos primeros meses del año son mucho más lentas, comienzan a subir y a consolidarse durante y después de de Semana Santa gracias a las tradiciones religiosas de no comer carnes rojas, brindándoles mucha más movimiento al negocio.
ALEJANDRA BUITRAGO | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
YG